VITAMINA D Y CÁNCER, ¿ALGUNA RELACIÓN?

La vitamina D comprende una familia de sustancias que ayudan al cuerpo a usar el calcio y el fósforo, así la falta de vitamina D puede causar debilidad de los huesos que se llama raquitismo en los niños y osteomalacia en los adultos.

La exposición al sol y algunos alimentos son la principal fuente de vitamina. Las dos formas principales de vitamina D que son importante para nosotros son la vitamina D2, o ergocalciferol, y la vitamina D3, o colecalciferol. La vitamina D2 es producida naturalmente por las plantas, y la vitamina D3 es producida naturalmente por el cuerpo cuando la piel se expone a la radiación ultravioleta de la luz del sol. Ambas formas son convertidas en 25-hidroxivitamina D en el hígado. La 25-hidroxivitamina D viaja luego por la sangre a los riñones, en donde es modificada todavía más en 1,25-dihidroxivitamina D, o calcitriol, que es finalmente la forma activa de la vitamina D en nuestro cuerpo.

El método más preciso de evaluar el estado de vitamina D en una persona es el de medir la concentración de 25-hidroxivitamina D. Esta determinación se puede realizar de manera muy rutinaria en una analitica de sangre.

Se ha establecido unos requerimiento mínimos diarios de consumo de vitamina D de 600 UI diarias algo más a partir de los 70 años, 800 UI/día. Conviene señalar que el consumo excesivo de vitamina D, puede causar efectos tóxicos. Demasiada vitamina D puede ser dañina porque aumenta las concentraciones de calcio, lo cual puede llevar a calcinosis (el depósito de sales de calcio en tejidos blandos, como son los riñones, el corazón o los pulmones) e hipercalcemia (concentraciones altas de calcio en la sangre). Precaucion por tanto con el consumo excesivo de suplemento nutricionales con suplementados de vitamnina D. No se debe sobrepasar los 4.000UI/día

¿EXISTE ALGUNA RELACIÓN ENTRE LA VITAMINA D Y EL CÁNCER?

Algunos investigadores hace años formularon la hipótesis de que la variación de las concentraciones de vitamina D que existe entre diferentes países con mayor y menor horas de exposición solar pudiera ser responsable de diferencias en la mortalidad por cáncer.

Sin embargo, se requiere investigación adicional que se base en diseños más fuertes de estudios para determinar si las concentraciones más altas de vitamina D tienen relación con indices más bajos de incidencia o de mortalidad por cáncer. Además apoyando esta idea, algunos estudios experimentales realizados en modelos de laboratorio han sugerido también que hay una posible asociación entre la vitamina D y el riesgo de cáncer.

Estas observaciones de laboratorio no son suficientes para determinar si las concentraciones más altas de vitamina D tienen relación con índices más bajos de incidencia o de mortalidad por cáncer.

Algunos estudios epidemiológicos han investigado si la gente con un consumo más elevado de vitamina D o con concentraciones más altas de vitamina D en la sangre tiene riesgos menores de cánceres específicos. Los resultados de estos estudios han sido incongruentes, posiblemente debido efectos paralelos que no son tenidos en cuenta en estos estudios. Por ejemplo, los estudios dietéticos no tienen en cuenta la vitamina D producida en la piel por la exposición a la luz del sol, y por la concentración de vitamina D que se mide en la sangre en un determinado momento (como sucede en la mayoría de los estudios) no refleja de manera adecuada la situación real de una persona en cuanto su vitamina D. También, es posible que la gente que tiene un consumo más alto de vitamina D o concentraciones más altas de vitamina D en la sangre tenga más probabilidad de seguir otras conductas saludables. Pudiera ser que una de esas otras conductas, más que el consumo de vitamina D, la que influye en el riesgo de cáncer.

Existen estudios publicados que fueron diseñados para evaluar la salud de los huesos y el consumo de vitamina Dy que de manera indirecta señalan la posibilidad de un descenso en la incidencia de cáncer. Los cánceres para los que hay más datos en humanos disponibles son el cáncer colorrectal, el de mama, próstata y de páncreas.

En resumen, los resultados de los diferentes estudios científicos son contradictorios y cuando se han realizado análisis conjuntos de la totalidad de los datos de los diferentes estudio NO ENCUENTRAN NINGÚN BENEFICIO SIGNIFICATIVO ENTRE TOMAR VITAMINA D Y LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER O DE SU RECURRENCIA.

Juan de la Haba

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