ESTOY CANSADO…

La astenia es considerado como uno de los síntomas más molestos y uno de los que con mayor frecuencia manifiestan los pacientes diagnosticados de cáncer o que están recibiendo algún tipo de tratamiento oncológico. Es uno de los síntomas que más limitan e impiden una vida normal.

Se define como la sensación de agotamiento físico, emocional y mental persistente, limitante y lo contáis como falta de energía que te impide realizar lo que deseas, cansancio que no mejora con el descanso.

Puede estar producido por múltiples causas además de por la propia enfermedad, puede ser un efecto secundario del tratamiento o tener, como suele ocurrir en la mayoría de las ocasiones, una causa multifactorial: enfermedad, tratamiento, alteraciones analíticas, falta de motivación, irritabilidad, nerviosismo, insomnio, etc. Por tanto es importante que tu medico realice una correcta evaluación de estas causas e inicie tratamiento de aquellas que se puedan mejorar.

Aparece durante el tratamiento y perdura durante meses y, en ocasiones, años después del tratamiento. Se asocia a un estado de enfermedad y, en ocasiones, a una mala evolución de la enfermedad. Esta situación, conviene aclararla en la consulta médica, ya que astenia, cansancio no siempre se asocia a mala evolución de tu enfermedad. Por tanto durante el tratamiento es importante comprender que es un síntoma completamente previsible y temporal, y que NO necesariamente está asociado a un empeoramiento.

Si bien este síntoma puede tener un componente subjetivo muy importante, existen una serie de medidas para sobrellevarlo y mejorarlo, una vez finalizado el tratamiento.

Durante esta fase de cansancio tras el tratamiento procura adaptar tu vida a tu estado vital, no te pongas demasiadas tareas; probablemente no puedas cumplirlas todas y eso te angustie. Haz una lista ajustada a tu capacidad de las actividades que deseas o tienes que realizar, estableciendo un orden. Es muy importante tener en el día a día un mínimo de actividades que, deberán incrementarse, una vez finalizado el tratamiento.

Solicita ayuda y comparte tareas.

Mantener una vida equilibrada entre ejercicio físico, relajación y descanso es muy importante. No te quedes en la cama, márcate un limite de hora para levantarte; si no concilias el sueño consúltalo con tu médico, pero no trates de solucionarlo estando en cama durante todo el día. Lleva una dieta equilibrada, con un consumo diario de abundantes líquidos.

Por último es trascendental tratar de vencer la astenia intelectual y social tratando de estar al día de los acontecimientos sociales y familiares.

Tómale el pulso a la vida que sigue rodando; así descubrirás que, a pesar del momento que estas pasando, todo continúa, tú continúas. Con más tranquilidad, incorpora los avatares familiares, laborales y sociales. Mantén el ralentí mínimo que te permita incorporarte a tu vida normal una vez la interferencia del tratamiento desaparezca.

Juan de la Haba

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