ANTE MI CÁNCER, FAMILIA Y AMIGOS SOIS FUNDAMENTALES

La familia, los amigos, os convertís para la mayoría de los pacientes en el principal valor, en el apoyo fundamental en los días del diagnóstico, en los días de la intervención, en los del tratamiento…

Vuestra actitud y posicionamiento puede ser muy importante en la evolución y adaptación del paciente. Ante este planteamiento deben de adoptarse una serie de premisas que pueden ayudar.

Lo primero es asumir que no se puede controlar todo lo que sucede o lo que está por suceder. No se puede evitar todo el sufrimiento y, ni la mentira ni la incomunicación, mejoran las cosas.

Es positiva una disposición a abordar los problemas e inconvenientes que se vayan sucediendo. La comunicación es la herramienta mas útil para situarse en condiciones de ayudar y el mejor de los motores para la adaptación del paciente y de su entorno.

El cáncer irrumpe en la vida de la persona y su entorno sin avisar, afectando a todas las dimensiones. Nuestros pilares más sólidos se mueven, se tambalean. Es un viaje no deseado. Por ello, sentimientos de miedo, duda, angustia, rabia o tristeza son normales y deben ser reconocidos como normales para llegar a buen destino.

No podemos elegir viajar o no viajar en este caso, pero sí podemos elegir cómo afrontarlo, con quién compartirlo.

Dentro de este nuevo caos la familia y amigos deben fijar objetivos muy claros:

  1. Iniciar y desarrollar el difícil camino de la adaptación a la nueva situación, por dura que resulte. Comentarios basados más en un deseo o un anhelo no realista despiertan esperanzas que, tarde o temprano, terminan por frustrarse y provocan más sufrimiento. Actitudes de búsqueda de la felicidad o el confort dentro de las limitaciones que provoca el tratamiento o la propia enfermedad son siempre mucho más beneficiosas.
  1. Establecer una comunicación entre todos, clara, honesta, sosegada y abierta que permita compartir información veraz. La información debe adaptarse a la demanda del paciente, no ser precipitada.
  2. El entorno físico y las personas que lo habitan deben mantenerse en un ambiente cuidado, aireado y fresco. Sólo así se podrá ayudar.
  3. Facilitar y desarrollar estrategias que permitan de una forma rápida y eficaz solucionar los problemas que pudieran surgir.

De nuevo, buena comunicación entre paciente, familiares y profesionales.

El reto es aceptar, decir sí a la situación. Éste es un proceso progresivo y de distinta velocidad entre unas personas y otras. En esta empresa puede ayudar la reflexión y la toma de conciencia de una realidad invariable: «Es lo que hay y lo he de aceptar».

Juan de la Haba

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta