CARMEN HENARES
Siempre he sentido miedo, vergüenza, o no sé cómo llamarlo a contar mi experiencia, lo que he sentido y como me he sentido en mi trayectoria de vida. No me he creído tan importante como para poder inspirar a nadie, sin embargo si que he tenido la sensación de que podía haber hecho más, de que tal vez si contase como me he sentido, como me siento aún podía ayudar a mucha gente. Pero soy una cobarde, lo admito, prefiero sufrir sola y en silencio. Prefiero no quejarme, aguantar y hacerme la fuerte… pero creo, hoy lo creo, que eso no es bueno, ni para mi ni para cualquier persona a la que puedo negar inconscientemente mi ayuda.
He tenido cáncer de mama y cáncer de cervix. He pasado por quirófano 3 veces y ya hace 6 años de la primera vez y aun sigo luchando con pruebas, niveles tumorales, noches en vela y miedo, mucho miedo… pero sigo viva!
He tenido cáncer de mama y cáncer de cervix. He pasado por quirófano 3 veces y ya hace 6 años de la primera vez y aun sigo luchando con pruebas, niveles tumorales, noches en vela y miedo, mucho miedo… pero sigo viva!
Gracias a aquellos que me han cuidado, sigo viva, mis oncólogos, radiólogos, cirujanos, enfermeras, familia, mi marido, mis hijos ,amigos… sigo aquí porque el destino así lo ha querido y porque no ha llegado mi día o simplemente porque he sabido escucharme.
Un día me dijeron que tenia cáncer, y yo solo pensé en los que podía dejar atrás, en el amor de mi vida, en mis hijos, mi madre, mis hermanos… no sabía a lo que me enfrentaba, solo pensaba que podía morirme, dejar de existir. No sabía aún el tratamiento que tendría, ni el tipo de cirugía, solo tenía claro lo que era y no era importante para mi; me encerré en el cuarto de baño y me corté el pelo, corté mi larga melena rizada. Y llore, no eche de menos ni un solo rizo, solo tenía miedo, era sólo eso, miedo. El pelo no me importaba.
Un día me dijeron que tenia cáncer, y yo solo pensé en los que podía dejar atrás, en el amor de mi vida, en mis hijos, mi madre, mis hermanos… no sabía a lo que me enfrentaba, solo pensaba que podía morirme, dejar de existir. No sabía aún el tratamiento que tendría, ni el tipo de cirugía, solo tenía claro lo que era y no era importante para mi; me encerré en el cuarto de baño y me corté el pelo, corté mi larga melena rizada. Y llore, no eche de menos ni un solo rizo, solo tenía miedo, era sólo eso, miedo. El pelo no me importaba.
La vida te hace relativizar las cosas. Uno de mis hermanos cada noche deja su pierna ortopédica en el suelo cuando se va a la cama, ¿creéis que el pelo significaba algo para mi? No significaba nada, podría vivir sin pelo si tenía que perderlo, podría vivir sin pecho, si tenían que cortarlo…
Es mi experiencia, sóolo mía, no quiero juzgar a nadie, cada uno vive su vida, nadie vivirá mi experiencia, ni yo podré vivir otras. Solo escribo para que conozcáis algo de mi experiencia, pero sólo es mía.
Es mi experiencia, sóolo mía, no quiero juzgar a nadie, cada uno vive su vida, nadie vivirá mi experiencia, ni yo podré vivir otras. Solo escribo para que conozcáis algo de mi experiencia, pero sólo es mía.
“Calvas y bellas “ claro que si, pero calvas, bellas, fuertes, luchadoras y vivas, sobre todo vivas.
Nadie debería de pasar por el infierno que supone el diagnóstico del cáncer, pero tenemos la suerte de habernos enfrentado a este diagnóstico en el siglo XXI, hay cura, hay tratamientos, podemos vivir.
Quiero dar las gracias a todos aquellos que han hecho posible que hoy esté aquí escribiendo y pueda seguir compartiendo vida con todos aquellos que quiero.
Nadie debería de pasar por el infierno que supone el diagnóstico del cáncer, pero tenemos la suerte de habernos enfrentado a este diagnóstico en el siglo XXI, hay cura, hay tratamientos, podemos vivir.
Quiero dar las gracias a todos aquellos que han hecho posible que hoy esté aquí escribiendo y pueda seguir compartiendo vida con todos aquellos que quiero.
Carmen Henares.
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