FERNANDA PIÑERO
En 2000, 2005 y 2015 padecí un cáncer de mama, el efecto de la quimioterapia me dejó sin cabello, pero decidí no cubrirme la cabeza exceptuando los días de mucho frío o calor, pero nunca con peluca ni pañuelo. Una boina en invierno o una gorra en horas de mucho sol, pero casi siempre sin nada. La gente al principio me miraba o me comentaba el porqué no me la cubría, y yo riéndome les decía: ¿habéis visto la cara de luna llena y cabezota que tengo? Ni hablar, yo me siento mejor así. Hasta las pacientes me decían «que valor tienes, yo niña sería incapaz!!!» Pienso que es porque aún son pocas las que se atreven y sinceramente, yo me veía mejor sin peluca. Ojalá sean sean muchas las mujeres que opten por esta opción. Que a una niña no se le haga raro ver una mujer sin pelo, ya que por desgracia también existe el cáncer infantil y ellas deberían ir cómodas sin importarles los demás y que sea una “cosa” normal ir sin pelos. Les saluda atentamente,
Fernanda Piñero.
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